Estrés y burocracia laboral
Por
Emilia Santos Frías

Por
supuesto, estas y muchas otras razones, algunas asociadas a la personalidad,
llevan al ser humano a padecer de estrés malo; perjudicial para la salud
mental, licencioso para el clima laboral.
Por
todo eso, el psiquiatra César Mella Mejías, lo define como la reacción de
emergencia de un organismo sometido a diferentes tipos de presiones. Y lo
presenta como el fruto de las tantas noticias terribles y situaciones
desagradables que vivimos cada día. En consecuencia al llegar al trabajo las
personas se descargan con quienes comparten. Distinto al estrés positivo que
como su nombre lo indica aporta beneficios.
El
estrés laboral, hace que quien lo padece actué
de manera malsana con sus compañeras y compañeros de labores. Le lleva a
crear situaciones y crisis. ¿Quién no ha padecido por la burocracia implantada por el personal de las oficinas públicas;
los cuellos de botella y las tácticas beligerantes, ejecutadas por su estrés?,
allí las secretarias y choferes “nombran y cancelan”, gracias a su lengua y
enllavadura con quienes dirigen. Además, este personal se cree todològos. ¿Quién
no ha sido víctima de quienes manejan caja chica, combustibles, ticket y deben
suministrar los famosos viáticos?; ahí si hay energía, pero generalmente, no es
positiva.
Por
otro lado, el psicólogo Pedro Acosta, indica que estas personas, son seres agresivos, hipersensibles,
irritables, resentidos y temerosos. En consecuencia, ya tenemos una idea de las
cosas son capaces de hacer o provocar en un ambiente laboral.
Mientras
que, para el doctor José Díaz, el estrés
es la epidemia del siglo XXI. Una enfermedad producto de la modernidad, pero
matizada por la pobreza. Sin embargo,
puede padecerla desde el ejecutivo, hasta la madre soltera; las personas
desempleadas; quienes viven en precariedad; los expuestos a ruidos y
contaminación, entre otros.
El
político responsable no escapa del estrés malo. Ese es el tipo que no que no
puede ser controlad; que sobrecarga a la
persona de estímulos, manifiesta el doctor Díaz. Lo penoso es que esos
políticos, son pocos.
Sus
síntomas son variados, desde deseo constante de orinar, sudoración, piel fría,
músculos tensos, melancolía, fatiga, ansiedad, insomnio, dolores musculares,
cambios de hábitos alimenticios, aceleración del ritmo cardíaco, hasta
trastornos gastrointestinales.
Por
esta razón, el médico José Díaz, recomienda hacer ejercicio; poseer una buena
respiración; viajar; usar la imaginación, es decir ejercitar la mente; hacer
uso de la musicoterapia, pero sobre todo: manejar las emociones, no que ella sean
quienes nos manejen.
Igualmente,
el psiquiatra Mella Mejías, recomienda
leer temas de autoayuda; jugar con los hijos e hijas, así como con los
animales favoritos; reír; tomar vacaciones; dormir las horas que requiera el
cuerpo; comer de forma balanceada; aprender a contemplar lugares que sean agradables a nuestros ojos, pero sobre
todo perdonar. Y yo agrego: perdonar, es un ejercicio difícil, pero sanador y
vale la pena practicarlo.
Otros
sabios consejos: eliminar las fuentes de tensión que nos producen nuestras
familias y asociarnos a personas positivas. “podemos ser mejores…la vida es un
largo proceso de enseñanza aprendizaje, la mente es tan poderosa, que bien
entrenada es capaz de transformar positivamente nuestras vidas”.
¡Sigamos el vuelo de nuestras vidas; contribuyamos
a crear y mantener estilos de vidas
saludables para nosotros y nuestros semejantes!.
La
autora es Educadora, Periodista y Abogada.