MACHISMO EN LA SEXUALIDAD QUITA
MAGIA A FIESTA NAVIDAD DOMINICANA
Por Emilia Santos
Frías
santosemili@gmail.com
Machismo es considerado como "el conjunto de
actitudes y prácticas aprendidas sexistas, y llevadas a cabo en pro del mantenimiento de
órdenes sociales en que las mujeres son sometidas o discriminadas. Es una conducta
permea distintos niveles de la sociedad, desde la niñez temprana hasta la adultez. Es dominación de la conducta masculina”.
“Es la actitud de preponderancia de los hombres
respecto de las mujeres. Es decir, que el machismo es un conjunto de creencias,
costumbres y actitudes que dicen que el hombre es superior a la mujer en
inteligencia, fuerza y capacidad. El machismo discrimina a los grupos sociales
que considera débiles”. Y esa conducta ha sido extrapolada también a la
sexualidad.
Es esa relación patológica de poder del machismo a la
sexualidad, lo que queremos visibilizar en interés de contribuir, aunque sea
con un granito de arena a que nos revisemos en cómo estamos educando a nuestros
hijos e hijas, qué valores transmitimos, cuáles enseñanzas prácticas
transferimos y las consecuencias futuras que obsequiamos a nuestras sociedades
por continuar la cadena de educación doméstica y sistemática incorrecta, por no estar basada en el respeto
de los derechos humanos, como la igualdad y equidad entre hombres y mujeres.
De acuerdo a la
doctora Maritza Martínez del Centro de Estudios de Género del Instituto
Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), se entiende por sexualidad, todo lo que somos y hacemos y
queremos ser en la vida. La Declaración Universal
de Derechos Humanos de 1948, consagra la protección a la integridad personal, física, psíquica y moral; a la libertad personal y de
expresión; a la no discriminación, protección y asistencia familiar, pero sobre
todo a vivir en paz. El machismo no permite que estos derechos estén
garantizados. Y hasta en las relaciones sexuales entre parejas, se impone esta
conducta.
Esa paz que tanto necesita la sociedad dominicana, que no sale de un horror, fruto de la
enfermedad que sufre: “violencia, dominación, lucha de poder, delincuencia…”,
también fue marchita en víspera y durante Navidad, tiempo en que la familia
necesita un respiro; no pudimos escapar de la violencia, el abuso y el maltrato
del machismo. Hombres en hechos separados raptaron a una mujer y una menor de
edad con intención de asesinarlas, de acuerdo a las evidencias encontradas y
las declaraciones difundidas en medios de comunicación. Otro reflejo de que
algunas personas creen que otras les pertenecen, por el simple hecho de
acompañarles en la vida, ya sea en unión libre, casadas, como amigos o novios.
Los seres humanos no somos objetos ni pertenencias de
nadie; las esposas no pertenecen a los
esposos, ni la novias a los novios, ni viceversa. Tenemos que desaprender
conductas erradas y aprender nuevas formas de convivir en sociedad, si queremos
dejar de realizar caminatas y como Estado cada año, reducir la inversión
millonaria en campañas contra todas las formas de violencia.
Educar en casa y las escuelas en valores, sin apego a
mitos y las costumbres erradas. Todas y todos somos iguales, debe prevalecer el
respeto, el amor, la solidaridad, es fácil practicarlo. Si sexualidad “es todo
lo que soy y todo lo que quiero ser”, la dominación, el sometimiento y la violencia no
es parte de ello.
La autora es
educadora, periodista y abogada.
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