Para la promoción, detección, prevención y
atención
¿Conoce y tiene acceso pleno la mujer dominicana a
programas de calidad en salud sexual y reproductiva?
Por Emilia Santos Frías
Si la respuesta a esta interrogante es si, entonces el aborto ilegal en la
República Dominicana, no sería la cuarta causa de muertes maternas. Lo que
evidencia desprotección en derechos fundamentales y por tanto el no ejercicio
en la población, de los derechos sexuales y reproductivos. Vedados por
creencias, dogmas, cultura, costumbre y leyes que sólo contribuyen a aumentar problemas de salud pública.
No puede ser si la respuesta, en un país, donde cada año mueren 70 mujeres
a causa de aborto ilegal, tal como lo indica la ENDESA 2007. Muchas de ellas no
tuvieron el control de su sexualidad; un derecho que asiste a hombre y mujer.
Tal como lo planteó la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer o Beijing
1995. Un control que se consigue mediante información, educación temprana y el
acceso a medios que pueden hacer posible ese derecho.
No sólo carecemos de programas eficaces en el sector salud, dirigidos a
garantizar estos derechos, también, en educación. Nuestras mujeres y hombres
desconocen que poseen libertad de decidir procrear o no, así lo plantea Cairo
1994. Además, la planificación debe ser familiar, no exclusiva de la mujer por
ser quien se embaraza; para que eso ocurra se necesita espermas, por tanto,
compete al conocimiento de ambos cónyuges.
Tener una buena salud sexual y reproductiva, también implica acceso a
métodos para regular la fecundidad y poseer una vida sexual sin riesgos, pero
las trabas que presentan nuestras normativas limitan este ejercicio.
Para avanzar es necesario además, que los distintos métodos anticonceptivos
lleguen a la población de forma gratuita, esto también garantiza el respeto a
la dignidad humana.
La Convención de Belem Do Pará de
1994, indica que es violencia contra la mujer, cualquier acción o conducta
basada en su género, que cause muerte, dañó o sufrimiento físico, sexual o
psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado. Del mismo modo esto
se evidencia cuando no gozamos de nuestros derechos sexuales y reproductivos.
Como país, debemos evolucionar en materia de derechos humanos y su
garantía, para evitar problemáticas y muertes. Y urgen programas de educación e
información desde el nivel básico al universitario que capaciten y empoderen a
la población de estos derechos y como ejercerlos. Asimismo, es necesaria una
ley acerca de los derechos sexuales y derechos reproductivos, para avanzar en
su ejercicio pleno y erradicar de la sociedad problemáticas como abortos
ilegales. Porque debido a la circunstancias de cómo y dónde se realizan,
generalmente, llevan a daños en el aparato reproductor femenino y a muertes maternas.
La autora es Educadora, Periodista y Abogada
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