A propósito de impunidad y jueves
negro contra la corrupción
Emilia
Santos Frías
Nada
humano me es ajeno, pero como mortales al fin, vivimos entre emociones que nos
dan dulzura; colores a la vida y otras que marchitan nuestro caminar en este
viaje maravilloso.
Grandes
enfermedades afectan nuestras poblaciones, a nuestra sociedad. La República
Dominicana, país privilegiado por la naturaleza, su etnia y cultura, atraviesa
por varias de ellas. Me refiero a la corrupción y a la impunidad por sólo citar
dos. Su tratamiento curativo se denomina: justicia, pero ¿cómo se sana si esta
es ciega, sorda y muda?
Para
entender este fenómeno viejo por demás, consulte al doctor César Mella Mejías,
reconocido psiquiatra; en su obra “Corrupción. Marco conceptual y
Tipificación”, el experto afirma, que corrupción significa echar a perder; es
un vicio, una descomposición. Como fenómeno político, social y económico
mundial, la opinión pública lo percibe como enriquecimiento ilícito utilizando
recursos y resortes del poder.
Seguí
hurgando y encontré en la obra “La Paz en la República Dominicana”, de José Ramón
López, que el autor expresa: Ningún pueblo regala a sus administradores el
impuesto. Se lo confía para que lo invierta en los servicios determinados por
el mismo pueblo y es una inmoralidad criminal, disponer de las rentas
nacionales, pues ese no es su destino”.
Allende
de los mares, la Asociación de Psiquiatras Latinoamericanos (APAL), considera
la corrupción como una enfermedad del ordenamiento social que corroe a los
regímenes democráticos, degenerando en escándalos, descréditos y litis.
Mientras que, la impunidad comúnmente es de tipo
político, asociada a ricos y famosos; se refleja en la falta de justicia ante
un delito; cuando no se castiga con la pena que corresponde al delito
incurrido. Evasión de justicia, pareciera que su balanza se torna a favor de la
fortuna.
Pero
la corrupción y la impunidad no son enfermedades sociales del siglo XXI, son
tan viejas como la figura del gobierno. Y siguen en aumento.
Participación
Ciudadana, al presentar el informe acerca del Índice de Percepción de la Corrupción
2014, presentó nuestro país como uno de los países del continente americano con
más corrupción ene le sector público, junto a Guatemala. El estudio afirma que
tanto a la impunidad como la corrupción se afianzaron en el citado año.
Múltiples han sido las protestas que la
población a nivel nacional e internacional, ha manifestado en las calles, como
repudio a este flagelo.
Y este
jueves 9 de abril, es la nueva cita, para un Día Negro Contra la Impunidad y la
Corrupción; a las 4:00 de la tarde, la sociedad civil exigirá frente a la
Suprema Corte de Justicia, en Santo Domingo y en las principales provincias,
así como en locaciones a nivel internacional, encabezadas por Nueva York,
Miami, Madrid y otras latitudes, un cese a la debilidad judicial; sanciones
justas para los funcionarios que se apropian de los recursos del Estado,
incurriendo en acciones ilícitas, que en consecuencia fomentan mayores niveles
de desigualdad social.
Esa
desigualdad social que se visualiza en carencias en el sistema de salud;
educación; seguridad social; pobreza extrema; bajos salarios para los
profesores, médicos y militares.
Dominicana,
dominicano hoy es la cita; es tu derecho. Viste una prenda negra y expresa tu
rechazo. Súmate al llamado en contra de la Corrupción y la Impunidad. Exige una
justicia independiente, al servicio del Estado Social y Democrático de Derecho;
garante de nuestro bienestar inherente,
tal como dicen los Artículos 7 y 8, de la Constitución de 2010. Haz
valer tu voz!
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