viernes, agosto 17, 2007


Las Enfermedades Infecciosas
La Culebrilla o (Herpes Zoster)

La culebrilla, o herpes zoster, es una infección vírica común de los nervios, que está acompañada de una erupción dolorosa con vesículas pequeñas en cualquier parte del cuerpo. Aun cuando la erupción desaparece, el dolor puede continuar durante meses y algunas veces durante años.

La culebrilla se origina en la reactivación del virus varicela-zoster, el mismo que provoca la varicela. Cuando una persona ha tenido varicela, el virus se aloja en determinados nervios y permanece en estado latente durante muchos años. El herpes zoster es más frecuente entre las personas cuyo sistema inmunológico se encuentra deprimido y en los mayores de 50 años.

Síntomas
Cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

Sensibilidad o dolor, o ambos en un área de la piel antes de que aparezca la erupción.
Erupción, que aparece después de cinco días y que al principio tiene el aspecto de manchas rojas pequeñas que cambian a vesículas (usualmente toma de dos a tres días).
Las vesículas que cambian a color amarillo y se secan dentro de 14 días, a menudo dejan cicatrices ahuecadas pequeñas.
Otros síntomas tempranos de la culebrilla pueden incluir:

Molestias gastrointestinales.
Sentirse enfermo.
Fiebre.
Dolor de cabeza.
Los síntomas de la culebrilla pueden parecerse a los de otras condiciones médicas. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la culebrilla?
Además del examen y la historia médica completa, los exámenes para diagnosticar la culebrilla pueden incluir:

Raspado de piel - un procedimiento en el cual se raspa cuidadosamente la piel, para determinar si el virus es la culebrilla u otra forma del virus herpes.
Exámenes de sangre.
Complicaciones de la culebrilla:
Los síntomas activos de la culebrilla usualmente no duran más de tres a cinco semanas. Sin embargo, ocasionalmente ocurren complicaciones. Las dos complicaciones principales que pueden ocurrir como resultado de un caso de herpes zoster incluyen los siguientes:

Neuralgia posherpética (su sigla en inglés es PHN)
La complicación más común del herpes es la neuralgia posherpética (PHN). Se caracteriza por dolor continuo, crónico que la persona siente incluso después de que las lesiones de la piel han sanado. El dolor puede ser severo en el área en donde las vesículas estuvieron presentes y la piel afectada puede ser muy sensible al calor y al frío.

Entre las personas con mayor riesgo de tener PHN se incluye aquellas que tienen dolor severo durante la fase activa del herpes, las que tienen alteración sensorial y los ancianos. El tratamiento temprano del herpes puede prevenir la PHN. Además se pueden usar analgésicos (medicamentos que alivian el dolor) y tratamiento con esteroides (para reducir la inflamación) para tratar el dolor y la inflamación.
Infección bacteriana
Una segunda complicación común y severa del herpes, es la infección bacteriana en la piel donde están las lesiones. Las infecciones pueden producir complicaciones adicionales, como cicatrices y gangrena superficial. Cuando la infección ocurre en los ojos o cerca de ellos, puede producirse una infección bacteriana secundaria o la opacificación corneal (nebulosidad de la córnea).
Tratamiento de la culebrilla:
El tratamiento específico para la culebrilla será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Que tan avanzada está la enfermedad.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
Su opinión o preferencia.
La culebrilla tiene que seguir su curso, ya que no existe cura para la enfermedad. El tratamiento generalmente está enfocado a aliviar del dolor. El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y medicamentos antivirales para ayudar a disminuir algunos de los síntomas y minimizar daño al nervio. Otros tratamientos pueden incluir:

Reposo en cama, especialmente durante la fase temprana de la culebrilla, si el paciente tiene fiebre.
Aplicación de compresas frías en las áreas de la piel afectadas.
Cirugía para extirpar el nervio afectado (en caso de que el dolor severo no se alivie con los medicamentos).