viernes, marzo 16, 2012

16 Marzo 2012, 1:33 PM

Nosotras, ¿las huérfanas?

Escrito por: Chiqui Vicioso (luisavicioso@hotmail.com)

Este 6 de marzo participé, en el Ministerio de la Mujer, en un seminario sobre el 70 aniversario de la primera votación femenina, en 1942. Se trataba de evaluar la situación y perspectiva del voto femenino 70 años después. Para esa evaluación se utilizaron datos de investigaciones recientes, legado de esa gran socióloga que fue Isis Duarte, a quien rendimos homenaje.

Según el Registro de Estado Civil: (datos 2008), nacen 103 niñas por cada 100 niños; se registran 134 muertes masculinas por cada cien femeninas, y la esperanza de vida al nacer es de 75.5 para mujeres y 69.2% para hombres. La escolaridad promedio (datos 2005), es de 8 años para los varones y de 8.5 años para las niñas y el porcentaje que se gradúa de la Educación Media, (2009), es de 58.2% hembras y 42% varones. Es en la educación superior donde se viene realizando una feminización dramática del acceso a la Universidad, con el ingreso de un 62% de muchachas y un 66% de mujeres que se gradúan con honores académicos.

Sin embargo, estos avances no se corresponden con la participación política de la mujer, donde según Isis (2009), en su estudio Mujer y Política en RD. Líderes y Ciudadanía, entre 2005 y 2009 hubo un descenso en la participación de 7.3% a 1%.

Un dato que preocupa, cuando se analizan las razones para la afiliación femenina en partidos políticos, es que un: 34.9% de las mujeres se afilia por vínculos familiares; 30% porque les gusta; 20% por estar de acuerdo con la organización; y solo (un dato enaltecedor) 5.6% en búsqueda de beneficios personales.

En los partidos, la tasa de participación masculina en puestos de dirección duplica la femenina. Las mujeres siguen siendo mayoría en los organismos de base.

Estos datos se contradicen con la percepción popular sobre participación mujeres en la política: El 88% de la población aprueba que la mujer participe políticamente en igualdad de condiciones y 53% cree que las mujeres están preparadas para ocupar la Presidencia. ¿Por qué? En un 97%, por experiencia y participación en trabajos comunitarios; 94% por su preparación académica; 84.8%, más responsabilidad; 83.6%, más honestidad; 76.2 por esforzarse más que el hombre; y por la valoración, o confianza, de la población en las mujeres en puestos públicos.

¿Si es esta la percepción popular de la capacidad política de la mujer, cuáles son los factores que dificultan la participación política femenina? Según las encuestas: el machismo; la dominación masculina en los partidos y en las estructuras gubernamentales, ciertamente no la orfandad, de ahí que lo que necesitemos sea una propuesta cuantificable de gobierno para el 56 de las votantes, no un padrastro, o madrastra.

martes, marzo 13, 2012

Los muertos enseñan medicina

En febrero del 2012 los experticios alcanzaron el pico histórico de 178

Escrito por: SERGIO SARITA VALDEZ

Carl Von Rokitansky, médico patólogo, humanista y político, nació en la antigua Bohemia, hoy República Checa, el 19 de febrero de 1804, falleciendo el 23 de julio de 1878. Estableció una cifra récord de setenta mil autopsias supervisadas, amén de treinta mil realizadas personalmente; hazaña última que llevó a cabo mediante la ejecución de dos necropsias diarias, los siete días de la semana durante 45 años. En la escuela de medicina de la Universidad de Viena utilizó las autopsias como método de enseñanza para mejorar la práctica clínica hospitalaria.

En honor al natalicio de uno de los padres de la anatomía patológica en el mundo dedicamos el análisis de las autopsias realizadas en el Instituto de Patología Forense durante el mes de febrero de los años 2010, 2011 y 2012.

En febrero del 2010 se hicieron 154 necropsias de las cuales 101 correspondieron a muertes violentas y cincuenta y tres fueron naturales. En el 2011 el total de autopsias subió a 168 con 54 decesos naturales y 114 fallecimientos por causas violentas. En el año 2012 la cifra total en febrero alcanzó el pico histórico de 178 experticios que incluyó 63 defunciones por enfermedad y 115 muertes violentas.

A diferencia de la casuística del maestro Rokitansky en donde esas defunciones naturales eran analizadas y discutidas con los médicos tratantes en los hospitales donde expiraban las personas, acá en la República Dominicana los galenos no se enteraron de las causas reales que llevaron al fallecimiento de 170 pacientes.

Tenemos evidencias escritas en los protocolos de manejo de personas que han expirado en clínicas y hospitales nacionales en donde los diagnósticos eran errados. Las cifras porcentuales de pifias en la interpretación diagnóstica ronda entre un 30 y un 70 por ciento.

Recordemos que sin una certera identificación de la enfermedad no puede haber un tratamiento correcto. Al no contar estos profesionales de la salud con un mecanismo de retroalimentación que les señale sus desaciertos no tendrán manera alguna de mejorar la calidad de la práctica de sus especialidades. La inmensa mayoría de los certificados de defunción que se llenan en las clínicas y hospitales nacionales son completados en bases subjetivas, es decir en criterios de supuestos que no descansan en bases objetivas como las que ofrece una autopsia.

¿Cuánta gente muere anualmente en el país víctima de la ignorancia y de la mala práctica médica? No creo que haya alguien que pueda precisarnos ese dato. Las auditorías médicas basadas en resultados de autopsias ayudarían a reducir la mortalidad y a mejorar la capacidad diagnóstica de los profesionales de la salud. Los cadáveres no solamente muestran los daños orgánicos causados por las enfermedades sino que también evidencian las alteraciones hijas de la iatrogénica que en ocasiones traen consecuencias fatales.

Así como febrero nos legó una patria en febrero de 1844, ese mismo mes y en ese mismo siglo Europa vio nacer a un hombre que creó el paradigma de la autopsia como forma de enseñar a los clínicos a practicar una buena medicina. ¿Hay en dominicana el espacio, ambiente y la voluntad para que nazcan otros Rokitansky que ayuden a adecentar el ejercicio de la medicina criolla en los próximos cien años? Quizás Gabriel García Márquez en su soledad pueda respondernos.