sábado, febrero 13, 2016


Tiempo de agradecer a quienes nos privilegian con su amistad

Por Emilia Santos Frías



En el andar de nuestra existencia, tenemos la dicha de conocer a tantas personas. Algunas icónicas, otra que pasan por nuestras vidas sin saber que pasaron, debido a que son contrarias a los designios del amor y la bondad humana.  Pero siempre volvemos nuestros pensamientos a esas que nos han acompañado en momentos claves: sutiles, de inmensa alegría; de tristeza. En esos grandes o pequeños logros que hacen distinta nuestra presencia en este terruño.

Hoy es preciso agradecerles, por estar dispuestas a contagiarnos con su alegría; servir de apoyo esencial en momentos de tribulación y regocijo. Capaces de sostenernos cuando decaemos; y elevarnos con palabras simples, pero sinceras; reales; sanadoras.

Muchas de esas personas que llamamos amigas, amigos, nos acompañan desde siempre y para siempre. Con ellas, aunque duremos días; años sin vernos, no tenemos que actualizar nuestro acontecer; no es necesario y ambas partes saben que se tienen.

Otras llegan a nosotros con fecha de caducidad, porque su fin no es permanecer en el tiempo, pero dejan algún aprendizaje, dulce o amargo. A esas le escribió el gran José Martí “Cultivo la Rosa Blanca”, poema, que te invito leer. Expresa lo siguiente:

“Cultivo una rosa blanca en junio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo; cultivo la rosa blanca.

Hoy víspera de la celebración del Día del Amor y la Amistad; la ocasión es propicia para agradecer, como dijo Francisco de Quevedo, escritor español, porque "el agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien”. Yo agrego, y de una mujer de bien.

"Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que paciente la sostiene". Exhortó el gran filósofo y escritor indio, Rabindranath Tagore. Quien también afirmó: “la verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido". Lo creo con todas mis fuerzas.

Asimismo, la Biblia, en Eclesiastés capítulo cuatro, versículo del nueve al diez, nos dice: “más valen dos que uno, porque sacan más provecho de lo que hacen. Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse! “.

El libro de los Proverbios, capítulo 16, versículo 28, afirma: “el que es perverso provoca contiendas; el chismoso aparta a los mejores amigos”.  Y continua en  el capítulo 27, versículo seis: “fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece”. Por eso nos exhorta, en Primera de Corintios, capítulo 15, versículo 33, no dejarnos engañar, porque “las malas compañías corrompen las buenas costumbres”.

Hoy hago un reconocimiento a los amigos y las amigas que poseo; no son numerosos, pero si los precisos; las necesarias; quienes tienen que ser, tal como lo quiso la vida. A ellas, a ellos, ¡gracias por su afecto y acompañamiento. Me han dado el privilegio de tenerle en las distintas etapas de mi esencia; de vivir y compartir ocurrencias; sabiduría…, en fin, ser parte de sus vidas.

Agradezco, porque bien dice Proverbios 17, versículo 17: “el amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano”. En mi vida hay mujeres y hombres que amo, y mi afecto lo posen tal cual son; llenas, llenos de multiplicidades. Y  es un sentimiento que no está unido por lazos sanguíneos. Agradezco a Dios la dicha!.

Ese mismo, y muy acertado libro de los Proverbios, expresa en su capítulo 18, versículo 24: “hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos”, esa cita la creo firmemente.

El Salvador, nos llamó amigos, amigas; así lo indica Juan capítulo 15, versículo 12: ”yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes”. Y yo a Jesús, le creo.

¡Feliz Día del Amor y la Amistad, sigamos sumando positivos a nuestro hábitat!

La autora es educadora, periodista, abogada y locutora.