viernes, noviembre 26, 2010

miércoles, noviembre 24, 2010

FENAMUTRA EXHORTA CREAR POLITICAS PARA REDUCIR VIOLENCIA


Santo Domingo.-Al conmemorarse en esta fecha el 50 aniversario del bestial asesinato de las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, el 25 de Noviembre del año 1960, Fenamutra da una voz de alerta a la población Dominicana, en especial a sus autoridades, sobre la necesidad de aplicar políticas publicas que disminuyan la creciente violencia hacia las mujeres.

A julio de este año, 117 mujeres fueron asesinadas por motivos pasionales; en el año 2009, 185 cayeron por iguales motivos y 170 en el año 2008.

Este 25 de Noviembre que conmemoramos el Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer, ( Desde 1981 adoptada y el 17 de diciembre de 1999 se reformula la resolución de la ONU) vuelve a encontrarnos en medio de una creciente inseguridad en el hogar y las calles, que afecta el desarrollo de las familias y crea una secuela de prejuicios y traumas a los hijos e hijas de las mujeres asesinadas.

Esta realidad en que vive la mujer Dominicana es un reflejo de la desigualdad de género, del descalabro moral en que asola esta sociedad y de la falta de voluntad de los organismos de poder para cambiar esta situación. Fenamutra esta muy conciente que no solo se ejerce violencia con los femenicidios, sino también con la falta de políticas publicas que conlleven al desarrollo real con decisiones económicas y sociales puntuales como por ejemplo la creación de mas estancias infantiles , la disminución de muertes maternas , la ratificación del convenio 156 de la OIT que nos habla de la Convenio sobre la igualdad de oportunidades y de trato entre trabajadores y trabajadoras con responsabilidades familiares pero también exigimos la pronta adopción del convenio para el sector domestico y el convenio 102 sobre normas mínimas de seguridad social que abordan los temas de pensiones y maternidad.

Nuestra fuerza laboral no es tomada en cuenta como deberían y nuestra opinión es relegada muchas veces solo por hábitos de una sociedad forjada en el caudillismo cuyos reflejos son cada vez más notorios en quienes se apoderan el poder político. Sin reconocer la economía de servicios la cual claramente es ejercida por nosotras en cada hogar Dominicano(a nuestros familiares y enfermos.

Negar que hemos avanzado seria mezquino, pero no en la proporción que demandan los tiempos, que exigen que a la mujer se le tome en cuenta y no se le margine por su condición.

Por eso más allá de la denuncia, se hace necesario que la mujer Dominicana se agrupe y participe en organizaciones que defiendan sus derechos como humanas y, que hagan conciencia de que solo la unidad y su voluntad de luchar podrán variar la situaciones en que vivimos ya que solo la democracia y la libertad de asociación y expresión permiten una sociedad mas justa, libre de todo tipo de discriminación.