miércoles, diciembre 26, 2012


MACHISMO EN LA SEXUALIDAD QUITA MAGIA  A FIESTA NAVIDAD DOMINICANA

Por Emilia Santos Frías

santosemili@gmail.com

Machismo es considerado como "el conjunto de actitudes y prácticas aprendidas sexistas, y  llevadas a cabo en pro del mantenimiento de órdenes sociales en que las mujeres son sometidas o discriminadas. Es una conducta permea distintos niveles de la sociedad, desde la niñez temprana hasta la adultez.  Es dominación de la conducta masculina”.

“Es la actitud de preponderancia de los hombres respecto de las mujeres. Es decir, que el machismo es un conjunto de creencias, costumbres y actitudes que dicen que el hombre es superior a la mujer en inteligencia, fuerza y capacidad. El machismo discrimina a los grupos sociales que considera débiles”. Y esa conducta ha sido extrapolada también a la sexualidad.
Es esa relación patológica de poder del machismo a la sexualidad, lo que queremos visibilizar en interés de contribuir, aunque sea con un granito de arena a que nos revisemos en cómo estamos educando a nuestros hijos e hijas, qué valores transmitimos, cuáles enseñanzas prácticas transferimos y las consecuencias futuras que obsequiamos a nuestras sociedades por continuar la cadena de educación doméstica y sistemática  incorrecta, por no estar basada en el respeto de los derechos humanos, como la  igualdad y equidad entre hombres y mujeres.

 De acuerdo a la doctora Maritza Martínez del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), se entiende  por sexualidad, todo lo que somos y hacemos y queremos ser en la vida.  La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, consagra la protección a  la integridad personal, física, psíquica   y moral; a la libertad personal y de expresión; a la no discriminación, protección y asistencia familiar, pero sobre todo a vivir en paz. El machismo no permite que estos derechos estén garantizados. Y hasta en las relaciones sexuales entre parejas, se impone esta conducta.

Esa paz que tanto necesita la sociedad dominicana,  que no sale de un horror, fruto de la enfermedad que sufre: “violencia, dominación, lucha de poder, delincuencia…”, también fue marchita en víspera y durante Navidad, tiempo en que la familia necesita un respiro; no pudimos escapar de la violencia, el abuso y el maltrato del machismo. Hombres en hechos separados raptaron a una mujer y una menor de edad con intención de asesinarlas, de acuerdo a las evidencias encontradas y las declaraciones difundidas en medios de comunicación. Otro reflejo de que algunas personas creen que otras les pertenecen, por el simple hecho de acompañarles en la vida, ya sea en unión libre, casadas, como amigos o novios.

Los seres humanos no somos objetos ni pertenencias de nadie; las esposas no pertenecen a  los esposos, ni la novias a los novios, ni viceversa. Tenemos que desaprender conductas erradas y aprender nuevas formas de convivir en sociedad, si queremos dejar de realizar caminatas y como Estado cada año, reducir la inversión millonaria en campañas contra todas las formas de violencia.

Educar en casa y las escuelas en valores, sin apego a mitos y las costumbres erradas. Todas y todos somos iguales, debe prevalecer el respeto, el amor, la solidaridad, es fácil practicarlo. Si sexualidad “es todo lo que soy y todo lo que quiero ser”, la  dominación, el sometimiento y la violencia no es parte de ello.

La autora es educadora, periodista y abogada.