miércoles, febrero 01, 2012


INVESTIGACIÓN
Reportan hay más hipertensos, diabéticos y obesos

Dato. El 35 por ciento de la población dominicana mayor de 18 años padece de hipertensión arterial.

Doris Pantaleón

Santo DomingoEl 35 por ciento de la población dominicana mayor de 18 años padece de hipertensión arterial; 30.8% presenta obesidad general; 10 por ciento es diabético y 31 por ciento tiene sobrepeso, realidad que afecta por igual a la población asegurada y no asegurada, de acuerdo a los resultados del Estudio Factores de Riesgo Cardiovascular y Síndrome Metabólico (Efricard II) divulgado ayer.

La investigación precisa que el perfil epidemiológico de los dominicanos está matizado por la hipertensión, los malos hábitos alimenticios y el poco ejercicio físico. Fue realizada por el Instituto Dominicano de Cardiología y las sociedades dominicanas de Cardiología y Endocrinología, patrocinado por el Seguro Nacional de Salud (Senasa). Los valores que miden el riesgo han ido incrementándose entre los dominicanos al compararlos con los resultados de ese mismo estudio realizado en 1998. No obstante, el hábito de fumar bajó al pasar de 22% a ocho por ciento. En ese entonces la hipertensión afectaba al 30%; la diabetes a ocho por ciento y la obesidad a 17% de la población.

El doctor Rafael Pichardo, encargado de la investigación, al dar a conocer los resultados, consideró escandaloso que de cada 100 adultos en el país, 35 sean hipertensos, ya que esa es la primera causa de muerte entre los adultos hombres y mujeres. Los mayores riesgos se registran a partir de los 45 años, por lo que llamó a enfrentar esa realidad.

De un universo de 5,000 personas estudiadas, entre 18 y 70 años de edad, de diferentes clases sociales, 41% de los hipertensos asegurados pertenece al régimen subsidiado (población pobre), y 37% al contributivo (empleados que aportan al sistema); en obesidad, 32 por ciento es del contributivo y 30.3% proviene del subsidiado, y en diabetes mellitus, 22.1% es del régimen contributivo y 23% del subsidiado.

La investigación abarcó el Distrito Nacional, las regiones Sur, Este y Cibao, tomando muestras tanto en sectores de clase baja como en media y alta.

Obesidad
El 60% de los estudiados presenta obesidad visceral, de los cuales el 68.3 por ciento es del régimen contributivo y 72.4% subsidiado.

El estudio revela que 16% de la población estudiada va caminando al trabajo, y esos son los que presentan niveles más bajos de colesterol malo, lo que, de acuerdo al cardiólogo Ángel González Medina, evidencia la importancia del ejercicio físico como cambio en el estilo de vida.

Los resultados fueron ofrecidos durante una rueda de prensa encabezada por el doctor Pichardo y la doctora Altagracia Guzmán Marcelino, directora ejecutiva de Senasa, quien consideró el estudio como una herramienta fundamental para el país al momento de adoptar políticas de salud, y dijo que el mismo evidencia la necesidad de poner en marcha acciones de promoción y prevención. Precisó que con ese estudio Senasa, que administra los riesgos de salud sin costo alguno a más de 2 millones de personas pobres, da una campanada de alerta para que la población conozca sus puntos vulnerables en materia de salud.

El estudio Efricard II fue realizado por Pichardo y González Medina, del departamento de Enseñanza e Investigación del Instituto Dominicano de Cardiología; Wilson Ramírez y Petronila Martínez, de la Sociedad Dominicana de Cardiología, así como Félix Escaño y Yanet Vélez, de la Sociedad Dominicana de Endocrinología.

De los afiliados que resultaron con hipertensión arterial, 38.7% es de sexo masculino y 32.8 del femenino.

De los encuestados de Senasa, 75.5% pertenece al régimen subsidiado y 24.5% al régimen contributivo.

martes, enero 31, 2012



Las dominicanas mueren del corazón

No pensaba ir al estadio ese día. Los planes de Milagros Bencosme (54 años) para esa tarde de sábado 19 de enero de 2008 consistían en un baño, enfundarse en una bata y meterse a la cama a ver televisión. "Si me hubiera quedado sola, como pensaba, ahí me hubieran encontrado...", relata hoy, cuando se cumplen cuatro años desde que su corazón se infartó.

Presionada por su esposo y una amiga, esa tarde decidió acompañarlos a ver jugar a las Águilas, el equipo de béisbol que todos ellos alentaban. Nada la hizo sospechar de lo que sucedería. No tuvo ningún síntoma, no sintió ningún malestar. "Yo había pasado mi día normal, limpiando, haciendo todos mis oficios".

Llegaron al Estadio Quisqueya. "En la entrada me dieron una mentica. Me la estaba comiendo, todo bien, cuando de buenas a primeras -eran las nueve y algo, las Águilas estaban ganando 5-3- me comenzó un calentón aquí en el pecho y un dolor en la boca del estómago". Milagros sintió que se asfixiaba. "Y los brazos comenzaron a hacerme calambres. Los dos. Iban y venían". Como pudo, se puso de pie entre la muchedumbre que celebraba con brincos.

- Ay, Julio, me siento mal -le dijo a su marido.

- Yo soy médico, déjenme ayudar -interrumpió entonces un hombre. Milagros se enteraría después de que se trataba del doctor Nicolás Rizik.

Entre Rizik y tres hombres más, la agarraron y como pudieron la sacaron de entre el gentío. A la salida del Estadio se encontraron con una dificultad adicional: la ambulancia disponible para emergencias no quería recibir a Milagros porque el seguro no lo cubría. El doctor montó en cólera:

- ¡Cómo es posible que ustedes vayan a dejar morir a esta señora porque no coge el seguro! Si tengo que montarme yo en la ambulancia, yo la llevo.

Fue solo tres días después, cuando todavía estaba en Cuidados Intensivos de la unidad de Cardiología del Centro Médico Dr. Escaño que Milagros se enteraría de lo que había pasado. Le pasaron una hoja para que firmara su autorización para un cateterismo. Ahí, en ese pedazo de papel, salía la palabra "infarto".

En República Dominicana, un 13.99% de las muertes masculinas se debió a infarto en 2010. Un 15.44% de los fallecimientos de las mujeres se debió a esta causa.

Las cifras del corazón


El infarto agudo al miocardio es la principal causa de muerte de las mujeres en República Dominicana. De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud, en 2010 un 15% de los fallecimientos femeninos se debió a este motivo. Eso significa que 1,508 mujeres murieron ese año por esta causa.

La cifra es considerable si se compara con otras causas de muerte que reciben más atención. El tumor de mama se llevó a 221 mujeres (2%), y el de cuello de útero, a 145 (1%). La segunda causa de muerte, en cambio, fue el accidente vascular encefálico agudo, con 487 víctimas (5%), lo que pone el acento en las enfermedades cardiovasculares.


Las 10 principales causas de muerte en mujeres en República Dominicana

Causa Número %
Infarto agudo al miocardio 1,508 15.44%
Accidente vascular encefálico agudo 487 4.99%
Hemorragia intraencefálica 259 2.65%
Neumonía 250 2.56%
Edema pulmonar 230 2.35%
Tumor maligno de mama 221 2.26%
Enfermedad cardíaca hipertensiva con insuficiencia cardíaca (congestiva) 220 2.25%
Infarto cerebral 187 1.91%
Diabetes Mellitus (no especificada) 182 1.86%
Otras cirrosis del hígado y las no especificadas 168 1.72%

Fuente: Dirección de Información y Estadística, Ministerio de Salud. Año 2010
Hombres y mujeres.

"El infarto al miocardio es una condición que está relacionada a la muerte de las células del músculo cardíaco, generalmente debido a una obstrucción de una o más de las arterias coronarias", explica Petronila Martínez, presidenta de la Sociedad Dominicana de Cardiología.

Tradicionalmente se vinculaba el infarto a hombres de mediana edad, y a la imagen cinematográfica de un dolor fulminante y repentino en el pecho. Hoy, se sabe que si bien ellos lideran las cifras en cuanto a cantidad, ellas sobreviven menos: las menores de 50 años de edad tienen el doble de posibilidades de morir tras un infarto que ellos. Y según la ONG norteamericana Women's Health Foundation, un 42% de las mujeres que sufre un infarto muere al año de ocurrido evento, comparado con un 24% de los hombres.

¿A qué se debe que los jóvenes sobrevivan menos a un infarto?

"Una persona de edad avanzada tiene arterias colaterales en el corazón, que se han formado con el tiempo. Cuando se le obstruye una arteria, las colaterales llevan el flujo sanguíneo al área del corazón afectada. La persona joven que se infarta no tiene esa ventaja: la arteria se tapa y no hay colaterales que lleven la sangre", explica Petronila Martínez.

Uno de los factores que incide en esta tasa de mortalidad femenina es el desconocimiento de los síntomas de un ataque al corazón en la mujer, más amplios y confusos que en los hombres. "Cuando en la mujer ocurre un infarto al miocardio, suele presentarse como un dolor de pecho opresivo, generalmente detrás del esternón, que puede o no irradiarse hacia el cuello, la mandíbula, la espalda y la cara interna de los brazos, sobre todo el brazo izquierdo", explica Martínez. "En algunas ocasiones se acompaña de nauseas, vómitos, sensación de malestar general, pero en algunas mujeres puede no haber dolor, sobretodo si son de edad avanzada o diabéticas. Y además, puede presentarse simplemente como un cambio en el estado de ánimo, con síntomas de depresión, llanto inexplicable, dificultad para respirar o dormir".

"Deberíamos establecer una campaña masiva para que la gente conozca sus factores de riesgo, y para que conozca cómo prevenir un infarto al miocardio y ayudar al otro. En los diferentes centros, lugares públicos, empresas, aeropuertos, parques, debería existir algún tipo de dispositivo de atención -un desfibrilador- que la gente esté entrenada a usar", reflexiona Martínez. La atención inmediata salvaría muchas vidas.
Síntomas de alerta temprana.

Un estudio realizado por el National Institutes of Health de Estados Unidos descubrió que existen signos que pueden aparecer un mes o antes en las mujeres que sufren un infarto. Dentro de los más habituales, ellas reportaron haber sentido los siguientes:
• 71% fatiga inusual
• 48% dificultad para dormir
• 42% falta de aire
• 39% indigestión
• 35% ansiedad

Factores de riesgo

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, "casi dos tercios de las personas que sufren un infarto de miocardio mueren antes de recibir atención médica". Es por ello que la prevención pasa a ser vital.

Los especialistas señalan factores de riesgo modificables y no modificables. Los primeros guardan relación con el estilo de vida, mientras que los segundos se asocian a la herencia, el sexo y la edad.

Factores no modificables

• Edad y sexo: La edad de riesgo para un hombre es a partir de los 40 años de edad, mientras que en la mujer es a los 50. "No es que sea más frecuente en el hombre, sino que en la mujer el riesgo comienza de 8 a 10 años más tarde", explica Martínez. Esto ocurre porque hasta el momento de la menopausia la mujer está protegida por los estrógenos. "Y la terapia de remplazo hormonal no reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, contrario a lo que antes se pensaba".

Dominicanas que fallecieron por infarto, según edad

Fuente: Dirección de Información y Estadística, Ministerio de Salud. Año 2010
• Herencia: "Si una persona tiene un familiar de primer orden -papá, mamá, hermanos- con antecedentes de enfermedad coronaria -infarto, muerte súbita o angina- antes de los 50 años, es un factor de riesgo importantísimo que predispone a la persona a que tenga una condición parecida a una edad similar".
Factores ligados al estilo de vida

• Sobrepeso y obesidad: Los kilos de más son el principal factor de riesgo entre los dominicanos. De acuerdo a los resultados preliminares de la investigación sobre los Factores de Riesgo Cardiovascular y del Síndrome Metabólico (EFRICARD II) que se realizó en el país, un 69% de la población tiene sobrepeso, y un 29% es obesa. Y a más kilos, más riesgo.

• Colesterol: Según los preliminares de EFRICARD II, un 24.7% de la población dominicana sufre de colesterol alto. A pesar de que las mujeres jóvenes suelen tener menores niveles de colesterol que los hombres de su misma edad, entre los 45 y 55 años, los niveles femeninos empiezan a superar a los de sus pares masculinos, una brecha que sigue aumentando con la edad.

• Hipertensión arterial: Según el estudio EFRICARD, el 35% de la población dominicana sufre de hipertensión. Las mujeres que presentan esta condición tienen 3.5 veces más de riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria, que aquellas con una presión normal.

• Diabetes: El exceso de azúcar en la sangre estrecha y endurece las arterias, lo que aumenta el riesgo de infarto. Según el estudio EFRICARD II, un 11.7% de la población dominicana tiene diabetes mellitus. "Hoy en día ser diabético es prácticamente un equivalente a enfermedad cardiovascular", asegura Martínez. Y según Women's Health Foundation, las mujeres con diabetes tienen más del doble de posibilidades de sufrir un infarto que las que no tienen esta condición. Además, duplica el riesgo de un segundo ataque al corazón en las mujeres, aunque no en los hombres.


• Uso de tabaco:
Las mujeres que fuman corren el riesgo de sufrir un infarto 19 años antes que las que no lo hacen, asegura la Women's Heart Foundation. El estudio EFRICARD II determinó el tabaquismo en el país en un 9.8%. "En gente joven y en mujeres, es casi el único factor de riesgo. Cuando uno se encuentra a una mujer de 40 años con infarto, por lo general resulta ser fumadora", detalla Martínez.

• Anticonceptivos orales:
"Porque disminuyen las HDL (colesterol "bueno") y promueven la formación de coágulos dentro de las arterias", explica Martínez. Es muy importante que antes que una mujer se someta a una terapia de anticonceptivos, sea revisada por un cardiólogo para que vea cuál es su perfil de riesgo en general".
• Otros factores: el estrés, el alcoholismo y llevar una vida sedentaria acercan a cualquier persona a un infarto al miocardio.

Qué hacer ante un infarto

"Lo ideal sería que el paciente mastique una aspirina de 325mg y que acuda lo más pronto posible a un servicio médico. Que no trate de buscarle explicación al dolor, y que no maneje: es una de las mayores imprudencias que se cometen", explica Petronila Martínez.

Milagros
Antes de sufrir el ataque al corazón, Milagros Bencosme asociaba los síntomas de un infarto a un "dolor en el pecho muy grande". En el momento en que le ocurrió, lo que menos pasó por su cabeza fue que se tratara de un tema cardíaco. "Yo más lo asociaba con el estómago", dice.

Casi no tenía factores de riesgo, salvo la edad y la presión que mantenía a raya con sus medicamentos. No fumaba, y comía sano. "Por su record y su historial, no era propensa a infarto", le comentó su doctora. "No sé por qué me dio", reconoce hoy Milagros, "pero me dio".