jueves, noviembre 11, 2010

Historias de vida

Las mujeres y el poder

Por Graciela Azcárate

“La principal cuestión de la desigualdad de género no pasa por la descriminalización del aborto, pasa por que se vea con naturalidad la presencia de la mujer en el poder”.

Marta Suplicy

Hace unos días el periodista Santiago O’Donnell entrevistó a la brasileña Marta Suplicy en San Pablo. La entrevista publicada en Pagina 12 tiene un enorme interés porque analiza el papel de la mujer brasileña en el poder y la política, las relaciones de Ignacio Da Lula Silva con sus compañeras del partido, las formas de ceder espacios y empoderamientos de hombre a mujer, en un universo, como el latinoamericano donde el caudillismo, la elección a dedo de sucesoras presidenciales es la práctica habitual. Argentina tiene toda una tradición en la materia y ahora con la muerte de Néstor Kirchner tiene una incógnita a develar con el futuro de Cristina Fernandez de Kirchner.

La conversación con la sexóloga, feminista, ex alcaldesa de San Pablo y electa senadora por el Partido de los Trabajadores coincidió con la visita de Michelle Bachelet a Brasil. La ex presidenta chilena el próximo año asumirá como directora de la recién creada agencia de la ONU para las mujeres dio una entrevista a la revista brasileña Época.

Las dos mujeres, la chilena y la brasileña en contextos distintos hablan de hacia dónde se encamina Latinoamérica en materia de mujeres gobernantes.

Michelle Bachelet que hizo entrega del gobierno a Sebastián Pinera con una cuota altísima de reconocimiento por su buena gestión presidencial “cree que la elección hace una semana de la brasileña Dilma Rousseff como primera presidenta mujer del mayor país de América Latina, es un síntoma alentador pero la región aún sigue siendo machista”.

"América Latina sigue en deuda con las mujeres. Aún no hay una representación suficiente en el Parlamento en comparación con otras regiones del mundo”, citó el caso de Ruanda que, pese a la pobreza y a vivir en conflicto en África, cuenta con un Parlamento en el que las mujeres tienen una representación del 56%”.

(…) "Aún hay muchos trazos de un machismo antiguo. Pese a que esos trazos se manifiestan de diferentes maneras, lo importante para nuestra región es esta tendencia a tener más mujeres en posiciones de comando”.

Bachelet dijo igualmente que no todas las mujeres que han llegado a ejercer cargos como jefe de Estado concuerdan en que existe un estilo femenino de gobernar. "No todas las mujeres tienen lo que llamo de perspectiva de género. No todas las mujeres tienen una idea determinada para la política económica o social que dimensione el impacto para las mujeres”

"Hay mujeres que optan por liderar con un estilo más, digamos, político. Yo diría que es gobernar con códigos más masculinos. Y hay otras, como yo, que deciden gobernar con sus propias características, algunas catalogadas como femeninas, como por ejemplo la capacidad de diálogo y de buscar acuerdos”.

Dentro de esa forma de hacer política, que valora la concertación, el dialogo y los acuerdos se enmarca la recién electa senadora Marta Suplicy por el Partido de los Trabajadores. Es según la opinión del periodista argentino una mujer inteligente, preparada, bella y que como feminista “es un símbolo brasileño de izquierda chic con compromiso social”.

En la entrevista dio detalles sobre la personalidad de la presidenta entrante y del presidente saliente, analizó el debate sobre el aborto y la agenda del próximo gobierno y se alineoó firme detrás de Dilma: “Quiero ser su mano derecha”.

Cuando el periodista le preguntó las diferencias entre el futuro gobierno de Dilma y el de Lula dijo: “Son personalidades completamente diferentes con formaciones políticas y culturales completamente muy diversas, con respectivas consecuencias de virtudes y defectos diferentes. Ella tiene la personalidad más dura que Lula, entonces podrá enfrentar, tal vez, las reformas que hasta ahora no fueron hechas. La reforma tributaria y la reforma política. Lula es una persona que decide, pero demora para decidir. Ella creo que es más impetuosa a pesar de que escucha mucho, que tiene capacidad de diálogo, a pesar de lo que dicen”.

(…) “Escucha, pero es muy exigente, implacable con sus subordinados, con los ministros, con todos, en la excelencia de trabajo. Creo que su exigencia muchas veces puede haber creado ciertas aristas. Como ministra, probablemente. Pero como presidenta es más fácil hacerlo. Como mujer, si una mujer es muy dulce, hacen papel picado de ella. Yo fui alcaldesa de San Pablo, yo sé. Entonces creo que parte de su personalidad es así, pero parte tiene que ver con el ejercicio de poder siendo mujer... Dilma es una persona muy reservada. Yo estuve muchas veces con ella en la campaña. No habla de las personas, no le gustan los chismes. Puede ser irónica, graciosa, pero no se abre nunca. Es lo opuesto de Lula. Lula habla mucho. Si usted conversa con Lula siempre sale con impresiones de muchas cosas porque habla de todo con muy poca reserva. Muchas veces lo hace para encaminar lo que quiere”

La esencia y lo importante en la entrevista de Marta Suplicy es la reflexión sobre las mujeres y el poder, la forma de usarlo, como se empoderan y como manejan las relaciones con el viejo orden patriarcal y machista.

“Yo creo que en este siglo vivimos un liderazgo femenino muy diferente al siglo pasado, cuando los grandes liderazgos femeninos eran mujeres travestidas de hombre: Thatcher, Indira Gandhi, Golda Meir, y este siglo tenemos mujeres que son mucho más femeninas como Cristina Kirchner, Angela Merkel, Michelle Bachelet, y esto es muy bueno para nosotras. Al mismo tiempo, estas mujeres son mujeres que saben ser firmes, porque si no eres firme no puedes ejercer el cargo. Es un cargo que no tiene que ver con la cuestión de género, sino con una personalidad fuerte. Y se puede ser fuerte siendo femenina. Yo creo que Dilma en esta campaña fue más femenina de lo que jamás lo fue en su vida, porque no es una persona dedicada a la moda o la belleza”.

(…) La principal cuestión de la desigualdad de género no pasa por la descriminalización del aborto. Tiene que ver con la frase que dijo Dilma, que se vea con naturalidad la presencia de la mujer en el poder. Entonces, me parece muy importante que ella promueva a las mujeres y que tenga un gabinete con el mayor número posible de mujeres. Es muy difícil, porque no tenemos muchas mujeres fuertes en los cuadros partidarios y los partidos generalmente son los que nombran a los funcionarios, entonces va a ser imposible tener un gabinete como el de Bachelet: mitad mujeres, mitad hombres”.

Con respecto a la relación de Lula, Dilma y el Partido de los Trabajadores dijo:

“Los dos ganaron con Dilma, tanto Lula como el PT. Hoy Lula es mucho más que el PT, pero el PT es el que fue reelecto. Lula propició la reelección, pero la reelección del PT, que sigue en el poder. Hoy Lula trasciende Brasil. Con el abrazo de Lula, Dilma tiene el respeto de todos; no fue cuestionada en ningún momento por el partido. Por su competencia y lealtad al gobierno de Lula después del “mensalao”, y por ser la persona que ayudó a Lula a planear Brasil y ejecutar sus ideas en estos ocho años. Va a ser como siempre fue. El PT siempre presiona. Presionó a Lula, va a presionarla a ella, porque los movimientos sociales no se pueden quedar quietos. Su función es justamente la de presionar para no quedar en una situación desfavorable. Ella sabe eso. Al contrario de Serra, que no tiene capacidad de diálogo y manda a la policía a reprimir a los profesores.

(…) Hace algunos años, Lula me dijo: “Marta, la próxima presidenta va a ser mujer”, y yo pensé que iba a ser Marina, Dilma o yo. Con el tiempo me di cuenta de que Marina no iba a ser, entonces pensé Dilma o yo. En situaciones normales siempre es mejor hacer una cosa más natural, pero cuando se tiene a un líder como Lula, nadie pensaría en nombrar a un candidato sin pasar por su anuencia y lo normal sería escucharlo. Lula planeó muy bien la estrategia”.

(…)” Lula va a hacer exactamente lo que dice: se va a dedicar a unificar los movimientos sociales de América latina y a ayudar a los países menos desarrollados de África, donde puede hacer una gran diferencia. No va a asumir un cargo en un organismo internacional, él dice que esos cargos diluyen liderazgos. En Brasil va a ayudar, pero creo que se va a dedicar a esas tareas y a liberar el terreno para Dilma. Ella fue electa por Lula, sin Lula nunca hubiera sida electa. Pero Lula nunca la hubiera elegido si ella no fuera competente. Por eso la jefa política es ella. Ella es mucho más brillante y capaz de lo que la gente tiene idea. Cuando la conozcan, verán que es mucho mejor que en los debates. Es una persona brillante”.

Tal vez la esencia en la elección de la sucesión de mujeres en la presidencia radique en ese profético:”Lula la eligió porque es competente”.

No la eligió para perpetuarse en el poder a través de ella si no porque en la gestión de los últimos ocho años ella fue la fiel ejecutora de las políticas sociales para acortar desigualdades y hacer más amplia y justa la base del progreso.

Fuentes:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-156384-2010-11-06.html

http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=86507