miércoles, mayo 13, 2015

Comprender a la persona enferma mental y ayudarle, es todo lo que pido

Por Emilia Santos Frías


El gran humanista dominicano, médico, psiquiatra, escritor y profesor universitario, Antonio Zaglul; ese facultativo que amó a las personas con padecimientos mentales, antes de su partida al cielo, nos solicitó: “comprender  al enfermo mental y ayudarle, es todo lo que pido”.

Hoy el gran maestro llegó a mi mente, debido a que en los últimos días, en calles de Santo Domingo y provincias como San Pedro de Macorís y San Cristóbal, incluyendo sus municipios Haina y Villa Altagracia, he contemplado, enfermos mentales deambulando, sin rumbo fijo.

El maestro inmenso llega a mi mente en repetidas ocasiones; le escucho explicar de manera enérgica, como lo hizo en “Mis 500 Locos”: quien se ríe del enfermo mental, tiene un profundo temor a enloquecer”. Nuestro deber es ayudarle, es nuestro compromiso social.

Agradezco a Dios, permitirme conocer el alma bondadosa del doctor Zaglul; médico humano. Varias de sus obras, he leído en repetidas ocasiones y cada vez, con la misma hambre de aprender algo nuevo, pero mi mayor aprendizaje ha sido desvelar al ser humano detrás de la figura del médico.

Y hoy te invito unirte a tu sociedad y mediante la integración a equipo colaborativo, acciones para reducir dificultades; amparar a los enfermos mentales; respetar sus derechos como seres humanos, es tu deber. Asistirles como buen samaritano, también.

“Todo se puede conseguir perseverando, decía Zaglul, y es real. Asimismo, el maestro nos legó creer en la honradez humana, aunque siempre nos demuestren lo contrario. Utiliza tus valores morales y ayuda tu país en esta dificultad de salud que atraviesa.

Dominicana, dominicano, no es necesario rogar a Dymphna, la protección de los enfermos mentales, si tú y yo, asumimos  hacia ellos, nuestros deberes ciudadanos. Que ningún halo de ignorancia te haga caer en la maldad, son tus compatriotas, tu familia, tus hermanos. ¡Debes protegerlos!.

Hoy no es sólo el compromiso de un ministerio. Tu y yo tenemos una cuota que aportar a la solución de esta dificultad.

¡Gracias maestro por sus obras, grandes legados de amor genuino, grandes enseñanzas; toneladas de bondad en cada línea. Cómo esperar menos de alguien que amó tanto la dominicanidad!

Y a ustedes mis amigas, mis amigos, ¡que nuestra locura sea genial, como la de Zaglul !. Que nuestros aportes hagan un mejor país, que podamos ser como el mismo maestro se definió: “un enfermo mental coherente con sus ideales”. Es hora de nuestra contribución!.

La autora es profesora, periodista, abogada y locutora


miércoles, abril 08, 2015

A propósito de impunidad y jueves negro contra la corrupción

Emilia Santos Frías

Nada humano me es ajeno, pero como mortales al fin, vivimos entre emociones que nos dan dulzura; colores a la vida y otras que marchitan nuestro caminar en este viaje maravilloso.
Grandes enfermedades afectan nuestras poblaciones, a nuestra sociedad. La República Dominicana, país privilegiado por la naturaleza, su etnia y cultura, atraviesa por varias de ellas. Me refiero a la corrupción y a la impunidad por sólo citar dos. Su tratamiento curativo se denomina: justicia, pero ¿cómo se sana si esta es ciega, sorda y muda?

Para entender este fenómeno viejo por demás, consulte al doctor César Mella Mejías, reconocido psiquiatra; en su obra “Corrupción. Marco conceptual y Tipificación”, el experto afirma, que corrupción significa echar a perder; es un vicio, una descomposición. Como fenómeno político, social y económico mundial, la opinión pública lo percibe como enriquecimiento ilícito utilizando recursos y resortes del poder.

Seguí hurgando y encontré en la obra “La Paz en la República Dominicana”, de José Ramón López, que el autor expresa: Ningún pueblo regala a sus administradores el impuesto. Se lo confía para que lo invierta en los servicios determinados por el mismo pueblo y es una inmoralidad criminal, disponer de las rentas nacionales, pues ese no es su destino”.

Allende de los mares, la Asociación de Psiquiatras Latinoamericanos (APAL), considera la corrupción como una enfermedad del ordenamiento social que corroe a los regímenes democráticos, degenerando en escándalos, descréditos y litis.

Mientras que, la impunidad comúnmente es de tipo político, asociada a ricos y famosos; se refleja en la falta de justicia ante un delito; cuando no se castiga con la pena que corresponde al delito incurrido. Evasión de justicia, pareciera que su balanza se torna a favor de la fortuna.

Pero la corrupción y la impunidad no son enfermedades sociales del siglo XXI, son tan viejas como la figura del gobierno. Y siguen en aumento.
Participación Ciudadana, al presentar el informe acerca del Índice de Percepción de la Corrupción 2014, presentó nuestro país como uno de los países del continente americano con más corrupción ene le sector público, junto a Guatemala. El estudio afirma que tanto a la impunidad como la corrupción se afianzaron en el citado año. Múltiples  han sido las protestas que la población a nivel nacional e internacional, ha manifestado en las calles, como repudio a este flagelo.

Y este jueves 9 de abril, es la nueva cita, para un Día Negro Contra la Impunidad y la Corrupción; a las 4:00 de la tarde, la sociedad civil exigirá frente a la Suprema Corte de Justicia, en Santo Domingo y en las principales provincias, así como en locaciones a nivel internacional, encabezadas por Nueva York, Miami, Madrid y otras latitudes, un cese a la debilidad judicial; sanciones justas para los funcionarios que se apropian de los recursos del Estado, incurriendo en acciones ilícitas, que en consecuencia fomentan mayores niveles de desigualdad social.

Esa desigualdad social que se visualiza en carencias en el sistema de salud; educación; seguridad social; pobreza extrema; bajos salarios para los profesores, médicos y militares.


Dominicana, dominicano hoy es la cita; es tu derecho. Viste una prenda negra y expresa tu rechazo. Súmate al llamado en contra de la Corrupción y la Impunidad. Exige una justicia independiente, al servicio del Estado Social y Democrático de Derecho; garante de nuestro bienestar inherente,  tal como dicen los Artículos 7 y 8, de la Constitución de 2010. Haz valer tu voz!
Perdonar es saludable  hazlo y comparte la experiencia

Por Emilia Santos Frías

¿Qué medicamento podremos administrar a un corazón herido, enojado y lastimado?, ¿Cuál es la medicina para quien odia, busca venganza, envidia, maltrata?; ¿será el perdón?.  Estas son algunas  de las interrogantes que surgen cuando leemos “El Proyecto Perdón”, del escritor Michael  Barry.


El autor nos muestra las características de la enfermedad moral, esa que consiste en decir una cosa y hacer otra; que se evidencia en la falta de servir a los demás con amor, compasión, humidad y perdón.  Esa que también es aliada del odio y enojo reprimido;  emociones que enferman física,  socialmente y que sólo sana el perdón.

Agradezco al doctor Francisco Monegro, por donarme hace varios meses, esta importante obra, que me permitió identificar las enseñanzas de su autor, el doctor en Teología Michael Barry, director del Centro para el Tratamiento del Cáncer de Estados Unidos en Filadelfia, quien nos afirma que el rencor, el odio y la venganza, destruye la vida, mientras que el perdón nos hace mejor persona, capaces de vivir con felicidad, alejados del dolor.

Pero para aplicar este tratamiento y lograr que el medicamento perdón haga sus efectos, es necesario a mi entender que podamos conocernos mejor; identificar nuestras fortalezas y nuestras debilidades. 

Todas y todos en algún momento hemos sido lastimados y albergamos emociones mal sanas hacia quien nos hirió, pero eso sólo hizo más grande el dolor, porque no perdonamos al que nos causó el malestar. Debido que como dice Barry, la falta de perdón es un cáncer espiritual para el alma.

Sin lugar a equivoco, puedo afirmar que el perdón previene hasta la depresión y el suicidio, porque aporta sanidad y paz; estas a juicio del citado autor, “son dádivas de Dios”.


El Proyecto Perdón, nos expresa que el ser humano se está devorando entre sí. La ira y el odio siguen destruyendo familias y comunidades, debido a que el dolor, enojo y sufrimiento no conoce límites y son comunes a personas de toda edad, raza y fe.

Sin embargo, mientras la falta de perdón trae desdicha e infelicidad, el perdón aporta grandes beneficios entre los que podemos citar la paz. Una paz que se demuestra en la humildad; escuchar mejor; entender las ideas de los demás, aun cuando estemos en desacuerdo, pues, no siempre las personas contrarias, están equivocadas.

Siempre recordaré aquel discurso agónico del doctor José Francisco Peña Gómez, líder político de gran trascendencia mundial “Yo amo a mi pueblo, a mi país, a lo largo de toda mi vida he pagado un alto precio por eso; he recibido ataques feroces, a veces frontales, a veces con veneno como ahora, pero yo los perdono, mis adversarios pueden contar conmigo…con mi perdón”. Una alocución de una persona inmensa.

Un gran ser humano, es capaz de perdonar. El perdón nos ayuda, a conseguir sanidad y libertad, quiero que ser muy enfática en esto. Para Barry, entre el perdón y el sistema inmunológico hay una relación estrecha y a ella atribuye su poder curativo.

Exhorta perdonar a las personas que nos lastimaron, incluso a las tóxicas, pero alejarnos de estas, ya que no es necesaria una relación con ella, debido a su veneno y sustancia nociva.

Es imperioso vivir con sanidad emocional y espiritual. ¡Busquemos en nuestro interior la capacidad de perdonar y vivamos en libertad!

Es preciso apartar el dolor de nuestro corazón. Necesitamos una “remisión espontánea”,  como dicen los médicos cuando desaparece de un cuerpo un tumor maligno, sin razón aparente para ellos, por lo que lo llaman “un milagro”.

Asimismo, necesitamos que desaparezca el enojo y la falta de perdón hacia quienes nos lastimaron, sea esta persona familiar o no; pareja; compañero de labores; empleadores o dependientes laborales; amistades, en fin, cualquier persona.

Para que el perdón sea posible, debemos apartar  a juicio de Santo Tomás de Aquino, los pecados capitales: el orgullo o soberbia, avaricia, lujuria, pereza, glotonería, envidia e ira, ellos nos hacen creernos superiores. Nos llevan a querer de manera malsana lo que no nos pertenece.

 ¡Vive la experiencia del perdón. La ira y el odio afectan la salud de quien los vive. Transforma tu corazón. Oremos y escuchemos nuestro Dios, él nos ayudará a que mediante el perdón liberemos la carga que enferma el cuerpo de quien la posee!

El camino conlleva un proceso arduo y hasta difícil, pero sanador; liberador, si lo hace con conciencia, porque ¡el perdón da libertad!. Créeme ya lo he vivido y estoy presta de ser posible a repetirlo.

Decídete hoy, no te resistas a la necesidad de perdonar; es un paso importante que tu salud física y mental merece. ¡Necesitas vivir en paz y bienestar!


jueves, marzo 05, 2015

Si quieres vivir feliz evita la envidia

Por Emilia Santos Frías

Estoy  convencida cada vez más, de que nada ocurre por casualidad y todo cuanto vivimos, tiene alguna enseñanza o de ello debemos obtener algún aprendizaje. Siempre he creído, que: “Dios escribe derecho en líneas torcidas”; y hoy no fue la excepción.


Este 2015 nos invita trabajar la parte espiritual, disfrutar ambientes y temas que nos sitúen en ese camino.

Lo descrito, surge a propósito de que recientemente con amistades nuevas y  hoy en grupo de discusión, analizábamos ¿cómo podemos obtener felicidad?, y de paso identificar su némesis, con la finalidad de nunca abrazarla, porque  sabemos que representa: enfermedad, daños emocionales y desgracia; me refiero a la envidia.

Y hoy la profesora Carmen Severino, moderadora de un grupo de discusión, nos llevó de viaje, en el que conocimos a Bertrand Russell, filósofo analítico, que nos definió la envidia como una pasión humana profunda, que hace de quien la padece un ser ladrón de vidas ajenas; incapaz de disfrutar lo que posee, porque desea lo que otro tiene.

Lo develado, no inspiro que ella sea acuñada por el grupo. Y  continuó Russell, escritor británico, Premio Nobel de Literatura en 1950: “Las personas envidiosas nunca encuentran respuestas a sus inquietudes. Es infeliz, porque viven una pasión dañina, fatal para la excelencia”.

El escritor nos ofreció un discurso indudable: “La envidia es el factor más importante de la desgracia humana; existe en cualquier edad y un brazo ejecutor es el celo…quien envidia quiere hacer, hace daño y lo hace siempre que puede con impunidad. Y en vez de gozar lo que tiene, sufre lo que tienen los demás y cada vez que puede priva a todos de sus beneficios”.¡Que tóxica!. 

Afortunadamente existe la admiración, ella desempolva sólo bondad; es  legítima, robusta y nos proyecta a la perfección. Abracémosla!

Te invito a que emprendamos juntos una expedición donde cultivemos nobleza; calma, entereza; alimentemos el alma, la inteligencia; vivamos con entusiasmo, optimismo y conciencia.

Hagamos la “extraña receta”, que ofreció al citado grupo, la profesora Severino; donde además de los ingredientes enumerados, se combina amor, sapiencia, energía, fe, paz. También, empatía, justeza, pericia, y se exhibe paciencia, para alcanzar excelencia, pero sobre todo, para nunca anidar en nuestro ser, envidia. Transitemos ese camino!

Sé que recordamos al gran Rubén Darío, cuando dijo: la envidia nunca sonríe, porque  pálida y enferma, traga su propia bilis.

Ella vive en su desazón; su amargura. Evitémosla!. Es nuestro derecho ser felices y vivir en la paz deseada.

La autora es educadora, periodista y abogada.




martes, marzo 03, 2015

A un costo de RD$12 millones
FUNDEPAZ construye viviendas para familias pobres de El Cercado

El Cercado. San Juan de la Maguana. Con la presencia de más de  70 representantes, FUNDEPAZ New York y la Parroquia San Pedro Apóstol, de este municipio, entregaron recientemente 22 casas construidas  y amuebladas, con las que fueron beneficiadas igual número de familias compuestas por 187 personas de escasos recursos de esta localidad.


Las personas beneficiadas residían precariamente en casitas de yagua, latas y palitos, pero desde el 28 de febrero  gracias a la recaudación realizada para este fin por Fundación FUNDEPAZ, New York, dirigida por el sacerdote Colombiano Fernando Echeverri, la colaboración del cónsul de Santo Domingo y el padre Juan I. Cervini, párroco de la Parroquia San Pedro Apóstol de El Cercado, tienen garantizado su derecho a un techo digno.


Estas 22 familias, que nunca habían tenido la esperanza de vivir en una casa de block con piso de cemento, hoy  comparten la alegría, junto a otras 15, que fueron beneficiadas por FUNDEPAZ en el 2014.
Las casas fueron entregadas totalmente amuebladas, con camas, estufas, tanques de gas, sábanas, ropas, utensilios de cocina y juguetes para los niños y niñas.

El Padre Fernando de FUNDEPAZ, párroco de la Parroquia Sagrado Nombre de María, informó que "cuando visitamos El Cercado en septiembre del 2014 y vimos la penosa condición en que vivían algunas familias, tomamos fotos de sus casitas de yagua y las presentamos a nuestra directiva de FUNDEPAZ; jamás pensamos que podíamos recaudar más de 12 millones para este proyecto. Esperamos ahora, que las familias beneficiadas, 187 personas en total, vivan dignamente, saludables, con seguridad y protección de los fenómenos climáticos".


El acto de entrega incluyo una misa, bendición de cada vivienda y una fiesta, donde además de dar gracias a Dios por bendecirle con esa gran obra y la solidaridad de los amigos y las amigas de FUNDEPAZ New York, la población bailó y compartió alimentos.

La actividad se realizó, a las 9:00 am, en el centro  de Retiro y Formación Fray Antón de Montesino, ubicado en Loma en Medio Kilómetro 2, de esa localidad, informó el Padre Juan Cervini.

La construcción de las viviendas donadas, se concretó en octubre del 2014,  durante la cena pro recaudación de fondos, que reunió a 800 personas, en la Astoria World Manor en Nueva York, quienes se solidarizaron y aportaron al proyecto de construir 22 viviendas destinadas a igual número de familias pobres del municipio El Cercado.


viernes, febrero 27, 2015

Regalar  libro es alimentar el alma

Por Emilia Santos Frías


Desde ayer se repite en mi mente la hermosa frase de Rubén Darío:” El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”, a propósito de la peripecia que viví, al recorrer varias escuelas y liceos  de Santo Domingo, con la grata decisión de donar más de 60 libros de texto, que fueron utilizados recientemente por mi hija en su educación básica y media.

 Tengo una relación  de amor con los libros. Obsequiarlos es un acto importante, pues contribuyo como ellos hacen conmigo, a elevar el conocimiento del remitente.

Es por eso que al ser recibida en la Escuela Brasil, con tanta cortesía por la profesora de quinto grado, quien eligió 10 libros utilizados en la educación del último año de básica, y escucharle decir la importancia y ayuda que aportaría a la enseñanza; sentí que valió la pena el aporte y por consiguiente, mi hija y yo hacíamos un grato servicio a las niñas y niños de ese centro educativo; un pequeño grupo de la sociedad.

Continué mi recorrido hasta llegar al liceo Estados Unidos, donde a decir de la señora que me recibió, hay que hacer cita previamente, antes de llevar una donación y los libros deben ser del año escolar vigente, no del año anterior, debido a los temas que tratan. Su trato frio y descortés no dejó de sorprenderme. Vaya perla!, pero continúe, mi camino hacia otro lugar donde el aporte si fuese importante, y así ocurrió.

Fui educada con la creencia de que un libro es un tesoro y sus conocimientos, imperecederos. Por tanto es ilógico que libros de edición 2014, 2013…2010, no tenga validez en el 2015, cuando los planes educativos, elaborados y supervisados por los ministerios de educación, guardan relación temática, sobre todo en las ciencias exactas: matemáticas, físicas, químicas; ciencias humanas, naturales, sociales, y del lenguaje. No entendí a esa profesora!.

Recordé, que las barreras educacionales también afectan a profesoras y profesores, quienes de acuerdo a la máxima, son: formadores y forjadores de seres humanos. Rol que a mi entender, puede desarrollarse con pequeñas acciones.

En la visita al citado liceo y diálogo con la profesora,  fue obligatorio remontarme al gran Eugenio María de Hostos; maestro, periodista, que soñó la "Confederación Antillana", donde todos los pueblos  tuvieran un nivel de desarrollo político, económico, educativo y social digno del progreso humano. 

¡Necesitamos más discípulos de Hostos!

Ese gran filántropo que abrazo con toda su fuerza el siguiente discurso:_el maestro debe ser educador de la conciencia infantil y juvenil; más que nada, la escuela es un fundamento de moral.

Y me pregunto: ¿qué necesitamos para lograr este fin?.

Con mejor suerte fui recibida en el Liceo Panamericano, donde 50 libros fueron recibidos por la asistente de la dirección y varias maestras, quienes  mostraron alegría, por el pequeño aporte, repitiéndose la escena de la Escuela Brasil. En mi presencia fueron distribuidos entre profesoras (es) y para uso de las y los estudiantes mediante la biblioteca del centro educativo.

Ese granito de arena,  que me hizo sentir aunque sea por un día, el deber cumplido!.

Creo firmemente, como lo expresó Hostos, que “Derecho no ejercitado, no es derecho; derecho no vivido, no es derecho; derecho pasivo, no es derecho. Para que él sea en la vida, lo que es en la esencia de nuestro ser, hay que ejercitarlo. Ejercitarlo es cumplir con el deber de hacerlo activo, positivo y vivo”.

Ese pensamiento hostosiano, lo entiendo, por lo que soy; inicié a la edad de  15 años, como profesora y aun ejerzo la más bella de las profesiones, donde enseñamos lo poco o mucho conocimientos adquiridos; y es hermoso hacerlo, a pesar de las carencias educativas existentes en mi nación, excelente escenario para dejar de ser indiferentes y hacer cumplir nuestro rol.

Por suerte en nuestras provincias hay verdaderos ejemplos de maestros y maestras por vocación, aún los hay, que grato!.

Mientras, desde mi espacio, sigo abrazando al gran Hostos, sus sabios y reales pensamientos:” cumple con todos tus deberes y gozarás de todos tus derechos”.

La autora es profesora, periodista y abogada


jueves, febrero 19, 2015

Vivir sin miedo para tener felicidad

Por Emilia Santos Frías


El 2015,  recién inicia; vivimos su segundo mes, y ya lo he designado como un año de grandes y maravillosos nacimientos. Un año en que si nos lo proponemos abrazaremos sueños y cumpliremos grandes metas.
En lo personal,  enero, un mes maravilloso;  con su brisa, bendijo mi familia y nos trajo a Alia, un ser muy esperado. Y en medio de esta gran alegría, entendí, que es el año perfecto para hacer cambios, conseguir un despertar: vivir una vida plena, sin miedo a los desaciertos, porque también, son parte de nuestro vivir.
Es sabido que el amor no conoce el miedo,  y donde existe miedo no hay sabiduría.  Ceñida  a ese postulado y consciente de que nuestros derechos nos invitan  vivir una vida con alegría y constante felicidad, te exhorto tomes la decisión, es el momento!

Hoy el profesor Santiago Silega, me recordó la dulce voz de la cantante Rosana, quien mediante su contralto, nos precisa que: “Sin miedo, lo malo se nos va volviendo bueno. Las calles se confunden con el cielo. Y nos hacemos aves, sobrevolando el suelo…, así, sin miedo.  No hay sueños imposibles ni tan lejos. Si somos como niños. Sin miedo a la locura, sin miedo a sonreír. Sin miedo,… las olas se acarician con el fuego. Si alzamos bien las yemas de los dedos, podemos de puntillas tocar el universo, sí. Sin miedo, las manos se nos llenan de deseos,  que no son imposibles ni están lejos ...”. Que maravilla!

Silega con su diálogo, también me remontó Mnemosina, y ella dándome un poco de su medicina, me hizo evocar  a  Marie Curie, cuando decía: ” a nada en la vida se le debe temer. Solo se debe comprender”.

Y esto es lo que te propongo. Parece difícil, pero, no lo es. ¡Acompáñame en el camino!

Los seres humanos estamos llamados a la felicidad y esta depende sólo de cada uno de nosotros, en nuestra individualidad decidirlo y afianzarla, para poder compartirla.
¡Que la felicidad sea la meta más importante de tu 2015, viviendo con bienestar, abrazada (o) a merecida paz,  trillando el presente con valentía. Me gustaría acompañarte en el viaje!.

La autora es profesora, periodista y abogada