jueves, agosto 06, 2009

LA PLACENTA PREVIA

CUANDO PADECE UNA MUJER EMBARAZADA DE PLACENTA PREVIA

COMO SE DEFINE ESTA PATOLOGIA

La placenta previa es una complicación del embarazo en la que la placenta se implanta de manera total o parcial en la porcíón inferior de útero, de tal manera que puede ocluir el cuello uterino. Por lo general suele ocurrir durante el segundo o tercer trimestre, aunque puede también suceder en la última parte del primer trimestre.


La placenta previa es una de las principales causas de hemorragia antes del parto y suele impedir la salida del feto a través del canal del parto por obstrucción a este nivel.

No se ha encontrado aún una causa específica para la placenta previa, pero la principal hipótesis está relacionada con una vascularización anormal del endometrio, la capa interna del útero, por razón de una cicatrización o atrofia causada por traumatismos previos, cirugía o infección.

El trastorno puede deberse a razones multifactoriadas, incluyendo una asociación con multiparidad, embarazos múltiples, edad materna avanzada, antecedentes de cesáreas o abortos y, posiblemente, el hábito tabáquico.

En el último trimestre del embarazo, el istmo del útero se despliega para constituir el segmento más bajo del útero.

Si la placenta se inserta en el segmento más bajo del útero, es posible que una porción de la placenta se desgarre causando sangrado, por lo general abundante.

La inserción placentaria se ve interrumpida a medida que la porción inferior del útero se adelgaza en preparación para el inicio del trabajo de parto. Cuando esto ocurre, el sangrado a nivel del sitio de implantación placentaria se incrementa y las posteriores contracciones uterinas no son suficientes para detener el sangrado por no comprimir los vasos rotos.

La liberación de trombina desde el sitio del sangrado promueve mayores contracciones uterinas, haciendo que se instale un ciclo vicioso de contracciones y sangrado seguido de desprendimiento placentario, más contracciones y más sangrado.


CLASIFICACION
La placenta previa se clasifica de acuerdo con la colocación de la placenta en:

• Tipo I, lateral o baja: La placenta invade el segmento inferior del útero, pero el borde inferior no llega al orificio cervical

• Tipo II, marginales o periféricas: La placenta toca, pero no rebasa, la parte superior del cuello del útero

• Tipo III o parcial: La placenta obstruye parcialmente la parte superior del cuello del útero

• Tipo IV o completa: La placenta cubre completamente la parte superior del cuello del útero

Placenta previa es en sí misma un factor de riesgo de la placenta acretismo.

SINTOMAS

Las mujeres con placenta previa a menudo se presentan con dolor, sangrado vaginal de color rojo brillante.

El sangrado a menudo se inicia levemente y puede aumentar progresivamente a medida que la zona de separación placentaria aumenta.

Se debe sospechar una placenta previa si hay sangrado después de las 24 semanas de gestación.

Se da una metrorragia que se caracteriza por:
• Sangrado brusco, intermitente, indoloro y sin contracciones.

• Tendencia a los coágulos, a la hemostasia espontánea.

• Es repetitiva, aumenta la intensidad y la frecuencia de los episodios.

• En el tercer trimestre de embarazo toda metrorragia es una placenta previa mientras no se demuestre lo contrario.
Factores de riesgo.

FACTORES QUE PROPICIAN UNA PLACENTA PREVIA

Existen diversos factores que pueden influir en la aparición de una placenta previa, como son: número de mujeres multíparas, edad materna elevada, frecuencia de gestaciones normales interrumpidas por abortos, frecuencia de cesáreas en el área geográfica, malformaciones uterinas y/o placentarias, placentas macrosómicas, previas lesiones uterinas, el tabaquismo y consumidoras de cocaína.

Hallazgos en un estudio muestran que el grupo predominante de pacientes con placenta previa tenían una edad de 27 a 32 años, mientras que otros autores coinciden en que el mayor número de casos se presenta en mujeres mayores de 35 años.

DIAGNOSTICO

El diagnóstico de una placenta previa se confirma fundamentalmente por ecografía.

Estudios recientes han demostrado que el método transvaginal es más seguro y más exacto que la ecografía transabdominal.

Debido a la posible anemia se solicita al laboratorio un hemograma.

Algunos trastornos que se deben tomar en cuenta en casos de hemorragia durante el embarazo incluyen:

• Desprendimiento prematuro de placenta
• Cervicitis
• Ruptura prematura de membrana
• Parto pretérmino
• Vaginitis
• Vulvovaginitis
• Vasa previa
• Desgarro o laceración cervical o vaginal
• Aborto espontáneo.

TRATAMIENTO

Cualquier mujer gestante con hemorragia uterina durante el último trimestre de embarazo es sospechosa de placenta previa y debe ser evaluada por un médico especialista.

Con un espéculo se elimina la posibilidad de un sangrado de otras causas, como las varices vaginales, ectopia cervical, tumor cervical, etc.

Está contraindicado el tacto vaginal y rectal.

El tratamiento es la realización de una cesárea programada, incluso en la placenta previa periférica, a pesar de ser compatible con un parto vaginal para evitar posibles complicaciones.
El momento correcto de un examen en el quirófano es importante.

Si la mujer no tiene una hemorragia grave, puede ser manejada sin intervención quirúrgica hasta la semana 36.

Para entonces, la probabilidad de supervivencia del bebé es tan buena como si fuera un bebé a término.

Estudios con pacientes diagnosticados con placenta previa no han mostrado alguna diferencia antes de la primera hemorragia con respecto a la morbilidad materna o fetal con el manejo ambulatorio del hogar frente a la hospitalización.

No obstante, si se produce sangrado o contracciones en pacientes diagnosticadas con placenta previa, ésta debe ir rápidamente al hospital para la evaluación, las pruebas diagnósticas y el tratamiento adecuado.

Si el sangrado continúa y si llega a ser voluminosa, se indica la preparación para la cirugía inmediata.

Si el sangrado es mínimo y no se evidencia sufrimiento fetal, se suele considerar una conducta expectante para permitir mayor madurez fetal.

Ningún medicamento es de beneficio específico para una paciente con placenta previa.

A menudo, se suele indicar precavidamente la administración de tocolíticos en los casos de sangrado mínimo y ante la extrema prematuridad fetal, la administración de corticosteroides prenatales para la maduración pulmonar.

INGESTA DE LAS PACIENTES

Las pacientes con placenta previa deben mantener una buena ingesta de hierro y ácido fólico como margen de seguridad en caso de posibles sangrados.

Si durante la gestación se producen más de un episodio de sangrado, también se indica considerar la hospitalización hasta el parto, dada la creciente posibilidad de desprendimiento placentario y muerte fetal.

Tipos de riesgo por placenta previa
Riesgo:
Morbilidad
Sangrado antes del parto,10%
Necesidad de histerectomía, 33%








PRONOSTICO

Pueden aparecer signos clínicos como metrorragias y complicaciones que pongan en riesgo al feto o a la madre, como una hemorragia masiva, tromboembolia y shock.

La mortalidad asociada con una placenta previa suele estar entre 2 y 3%.

Una de las complicaciones más temidas de la placenta previa es el acretismo placentario, que se caracteriza por la excesiva invasión del trofoblasto en el miometrio, dando lugar a hemorragia significativa cuando el obstetra intenta hacer el alumbramiento de la placenta.

Lamentablemente, la placenta previa acreta se ha convertido en una patología cada vez más frecuentes.

FUENTE: WIKIPEDIA.

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