lunes, septiembre 20, 2010

Ese es mi compadre Descorides de la Rosa

REFUGIO
El “pica pollo”
15 DE SEPTIEMBRE DEL 2010



Con mucho agrado reproduzco este trabajo de Sylvana Marte,el personaje de quien ella habla, quienes le concemos sabemos que es un ser humano que siente y padece por sus amigas y amigos, que està cuando le necesita y cuando no, en la alegria y tristeza, que no tiene hambre y dar es una de las virtudes que ejerce, aùn cuando ha pasado por estrechez econòmica. Es una persona que amamos por su bondad,buen corazòn, gran amigo, excelente ser humano.

Les dejo con los comentarios de Sylvana y una grata experiencia vivida en su companìa.


Sylvana Marte
sylvanamarte@hotmail.com

Yo fui estudiante de la UASD. Para los que no me conocen soy hija de una maestra que tuvo que tener tres tandas de clases para poder mantenerme a mí y a mis hermanos, por lo que nosotros tres tuvimos que empezar a trabajar a temprana edad.

Cuando estaba en la universidad, ya era una de las beneficiadas, pues tenía un empleo, sin embargo, en esa época un sueldo de 1,500 pesos mensuales era muy poco, pero de manera mágica salía a camino todos los 30.

En esos momentos universitarios fue que conocí a una gran persona, mi amigo Descorides de la Rosa o “Deco”, como todos los llamamos, él fue testigo de mi “malaria” y yo de la de él.

Recuerdo un día que salí de la universidad con sólo el dinero del pasaje y con un hambre terrible, fue entonces cuando Deco me brindó el “pica pollo” más bueno y más oportuno de toda mi vida.

Ahora, años después (no diré cuántos) nos reunimos y yo le recordé ese momento. Le digo: “Deco, ¿te acuerdas la noche que yo tenía un hambre terrible y tu me compraste un pica pollo?”, ante ese comentario mi amigo se incomoda y me dice “Sylvana, eso no se recuerda, ya eso pasó, tu hubieras hecho lo mismo por mí”.

Sin embargo, yo le digo a él que me place recordar esos tiempos, porque son precisamente ésos los que me ubican y me recuerdan de dónde soy y de dónde vengo.

Y es que pasa el tiempo y mucha gente no recuerda que pasó hambre, que pasó todo el trabajo del mundo en una guagua, que sudó y que realmente vino de abajo, luego tú los ve encorbatados o con sus trajes entallados de grandes marcas, con sus mejillas frías, olvidando toda esa esencia.

Recuerdo a muchos estudiantes en mi carrera que pasaron peores cosas que yo, y ahora coincidimos en algunas actividades y se hacen que ni siquiera me conocen. ¡Pero bueno! ¿Y todo lo que pasó no fue suficiente? A mí me encanta recordar esos momentos y ver a estudiantes que estuvieron en mi misma situación.

Me gusta saber que pasé muchas vicisitudes y que esas mismas situaciones es lo que me forman y me hacen lo que soy ahora.

Esos “trabajos” los honro y les doy las gracias, porque me hacen ver las cosas desde otra perspectiva, más sensible, más real, más humana.

Y mientras tenga vida, yo recordaré ese “pica pollo” y a mi amigo Deco, que desde que tenga una posición buena, el primero que se irá a trabajar conmigo será él.
Claro, esta vez yo no le brindaré unas piezas de pollo, sino un banquete, tal como se lo merecen los amigos reales y por siempre…

No hay comentarios: